lunes, 1 de octubre de 2012


¿Cómo negociar con una mamá controladora?


mamá e hijaSeguro que ya estás pensando que tienes una mamá controladora porque en casa te piden que cumplas con ciertas reglas. Educarte es algo normal y es parte de la chamba que implica ser mamá, pero controlar se refiere a decisiones personales. Vamos a ver algunas características de cada tipo de mamá para que puedas distinguir a una mamá normal de una controladora.
Mamá exigente
  • Te pide que cumplas con ciertas obligaciones en casa, como que tiendas tu cama antes de irte a la escuela, o que laves los trastes los jueves.
  • Impone reglas de convivencia, por ejemplo: la hora de ir a la cama, o que no le faltes al respecto a tus hermanos.
  •  Exige que cumplas en la escuela y que tengas buenas calificaciones.
  •  Te enseña buenos modales, como saludar a las personas o darle las gracias a quien te hace un servicio.
  •  Impone castigos si no cumples con las reglas de la familia.
mamá e hijaMamá controladora
  • Quiere que te vistas como ella quiere.
  •  Insiste en que adoptes sus hobbies o gustos personales.
  •  Quiere que sólo saques puros dieces en la escuela.
  • Te insinúa o te dice de plano, que estudies la carrera que ella quiere. Si te niegas, se enoja.
  •   Se adjudica tus logros o tus obligaciones. Por ejemplo, dice cosas como “estamos en exámenes finales” o “ganamos el concurso de baile”.
Lo malo de tener una mamá controladora
Tener una mamá controladora es muy desgastante porque todo el tiempo te sientes presionada. Este tipo de mamá es experta en el arte del chantaje y tú caes porque no quieres ser una mala hija; lo peor de esto es que no sólo acabas haciendo lo que no quieres, sino que corres el riesgo de convertirte en el tapete de todo el mundo. Una hija que tiene una madre controladora con mucha frecuencia tiene un galán que también la controla y la chantajea porque le han hecho creer que ceder a las exigencias de los demás es una muestra de amor. ¡Eso es una gran mentira
mamá e hija¿Qué puedes hacer?
Lo primero es tratar de descubrir porqué tu mamá es así. Si ella no fue a la universidad, o no tuvo oportunidad de estudiar, va a insistir en que saques puras buenas calificaciones. O bien, si ella se embarazó muy chava y se las ha visto negras con tu papá, es lógico que se ponga como loca cuando se entera de que tienes galán o de que ya tuviste sexo con él. Analiza su historia y darás con la razón de actitud.
 Comunícate. Una vez que descubras porqué tu mamá es controladora, siéntate a platicar con ella. Háblale de tus metas, de tus sueños y de tus ilusiones para que se dé cuenta de que eres una persona distinta a ella. Cuando nacemos, los papás se hacen una imagen mental de cómo seremos y si somos diferentes a lo que ellos imaginaban, se ponen mal. Por eso, es necesario que le hagas ver que no eres la niña que soñó, sino una con ideas propias.
Ponle límites con cariño. Esta es la parte más difícil porque seguro va a generar un conflicto, pero es necesario. No se trata de que te pelees con tu mamá y mucho menos de que te le pongas al brinco, pero hay cosas con las que no puedes ceder aunque ella llore, grite y pataleé. ¿Cómo cuales? Como elegir una carrera, por ejemplo. Estudiar algo que no te late es un martirio espantoso porque, si no te gusta la carrera, te costará muchísimo trabajo terminarla y al final te sentirás muy frustrada. ¿Y qué crees? Las mamás controladoras, en el fondo, son personas frustradas. Por eso debes ser firme y no ceder a los chantajes de tu mamá porque, si la complaces, te convertirás en una mujer frustrada que querrá controlar a su hija. ¿Ves porque debes ponerle límites a tu mamá?

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