¿Obsesionada con las redes sociales?

Es cierto que las redes sociales nos ayudan a comunicarnos, expresarnos, estar en contacto con nuestros amigos o familiares y también a conocer nuevos amigos, algunos de otros países. Pero también es una realidad que cuando checar tu perfil o el de otros, más que un pasatiempo lo comienzas a hacer por necesidad y te desesperas si no tienes una compu, celular o tablet a la mano para hacerlo, ten cuidado pues puedes padecer una intoxicación tecnológica.

¿Qué es normal?
Dentro de los estándares comunes, una chica de entre 14 a 21 años ingresa a alguna de sus redes sociales, (Facebook, Twitter, Google+) dos o tres veces por día, hace o recibe dos llamadas telefónicas por el celular y manda tres mensajes de texto; actualiza sus fotos y avatars una vez por semana y escribe o recibe dos o tres mails al día. Si tu excedes en estas cantidades, seguro las redes sociales son para ti una verdadera obsesión.

Puntos cool de una red social…

• Está padre conocer nuevas personas, animar a nuestros amigos y hacerles saber que los queremos, y obvio recibir de regreso el Cyber-cariño.
• Mostrar las fotos de fiesta o reuniones y donde nos vemos mejor.
• Usar el teléfono celular para avisar a nuestra familia dónde y con quién estamos.
• Mandar un mensaje de texto a nuestro novio para decirle que es lo máximo.

Ya no está padre si…

• Entramos al perfil de nuestro novio, prospecto o ex, sólo para saber qué está haciendo, pensando, posteando y quién o quiénes le contestan o escriben.
• Checar el perfil de la chica que nos cae en la punta del hígado para saber si se ve mejor que nosotras o si tiene más amigos.
• Obsesionarte poniendo 80 tweets sin sentido al día para convertirte en la #TrendyQueen.
• Contestar todas las publicaciones de los demás sólo para llamar la atención.
• Y lo más nefasto de todo, hackear las claves de perfiles de otros o checar sus mensajes de texto a escondidas. ¡Tache!

Relax…
Si ya no puedes controlar la obsesión por las redes sociales, te recomendamos enfocarte en otra actividad, por ejemplo: dedica una hora al día para leer el libro que más te raye; ocupa otra hora para buscar la música más cool del momento y crea varias play list acomodándolas en carpetas: para la fiesta, románticas, para compartir con las amigas, para dedicarlas a los chicos. Aprovecha que están súper in las manualidades y pídele a tu ma’ que te enseñe a hacer una prensa muy cookie. También preocúpate por hacer más ejercicio.

Recuerda que las obsesiones nunca son buenas y pueden meterte en broncas de a gratis.